Mi querida residencia

Ya he hablado algo de la resi, pero he decidido que merece mención especial. La resi está muy bien, la habitación está guay y la ubicación es buenísima. Pero nada es perfecto en esta vida, y menos el alojamiento en París. En la residencia no se puede meter gente de fuera, hasta ahí lo puedo entender. Siempre hay alguien en recepción y a la noche hay cámaras.
Pero luego tiene cosas un poco raras. Cada cierto tiempo, previo aviso, pasan a ver las habitaciones y te dejan una nota si hay algo que no está bien. La basura sin vaciar, la aspiradora sin pasar...El lunes pasado pasaron por primera vez para nosotras. Pusieron una nota en un pizarra que hay abajo, pero a mí se me olvidó, y justo ese día mi habitación estaba hecha un desastre. Peor que cualquier día. Parecía que había pasado un tornado. jeje. La de Sonia estaba bastante bien, pero lo gracioso es que a mi no me han dicho nada y a ella le han dejado una notita, por lo que intuimos que se han equivocado. Intentaré tenerla mejor para la próxima vez. Esto me parece regular pero bueno, lo acepto.
Pero el colmo es lo que me pasó el sábado pasado. Estaba dormida a las 11 de la mañana y me pareció oir llamar a la puerta. Para cuando me levanté la china (una recepcionista) estaba dentro de mi habitación. Y lo mejor es que al de 5 minutos de decirme tonterias que podían esperar me dice: "¿te acabas de despertar?" y yo pensando: "no, mi cara es así todo el día". Sin más. Más tarde bajé a coger hora para la lavadora y me dice mi amiga, la china: "Coge de 11 a 13 que es cuando te levantas". ¿Os podéis creer? Además me vacila. La verdad es que me hizo gracia.
A pesar de todo estoy contenta en la resi. Porque París tiene algo malo. Encontrar alojamiento es un infierno. Otro día seguiré con anecdotas de mi super resi.